lunes, 6 de julio de 2009

Descenso Santo: elogio a la mediocridad

El domingo presencié in situ los últimos cuarenta y cinco minutos del Santo en primera división. Quizás el mejor calificativo que se me ocurre para el espectáculo es el de mediocre: Ni bueno, ni malo; como una meseta árida sin contrastes; como el limbo en el que flotan las almas entre el cielo y el infierno; sin tristezas ni alegrías exageradas; un partido sazonado con el sabor a nada característico de las siestas dominicales. Todo parecía definido de antemano, jugado, juzgado; sensación de película repetida en canal diez, de mate cocido y bollo, de sopa de arroz. No había suspenso ni sorpresa posible.
No hubo lágrimas en la Ciudadela. Al muerto ya lo habían velado hace rato y muy pocos creían en la resurrección; los más optimistas se ocupaban en imaginar una reencarnación próxima. El presente era esa tediosa espera que separa lo que fue de lo que será. Una llaga dolorosa en el tiempo. Lo amargo no fue la derrota, sino la mediocridad con que se dirimió el asunto: el final careció de esa dignidad épica característica de los pleitos trascendentales (véase el relato acerca de la definición del campeonato en El Corcho). Como en la tragedia griega, el destino ya estaba escrito y los espectadores sólo acudieron para ver cómo sucedería aquello que sabían que sucedería. La hinchada alentó, pero el aliento sonó a los estertores de un agonizante. Esta vez no hubo insultos ni amenazas, los jugadores se retiraron acompañados por un tibio aplauso. Tibieza de domingo soleado de invierno. Después del partido, nadie se atreve a callar al silencio. En la Ciudadela la siesta se adueña del barrio, más nostálgica que nunca.

5 comentarios:

  1. totalmente asi...

    Soy el gordo amigo de luis que estaba atrás tuyo, y yo estuve ahí desde el partido de reserva a las 11 y no cambia en nada con tu mirada de 45 minutos...

    La verdad es que fue como velar al muerto que hace rato viene sufriendo, sin mucho llanto, sin mucha exposición del finao, y con rápido entierro, porque mucho tiempo se lo lloró y ayer solo quedaba pasar a saludar al amigo que se va...

    Bue ahora sera un nuevo empezar y solo nos anima que el futuro es incierto y por lo tanto podra ser venturoso o no, eso no lo sabemos, pero igual me dan ganas a embarcarme en una nueva aventura roja y blanca.

    Un abrazo

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  2. Excelente mirada del partido, cumpa. Es lo que se percibió, inclusive, en la televisión. Lamentablemente los últimos partidos del Capo del Norte pasaron sin pena ni gloria, y el choque con Lanús no fue la excepción. San Martín merecía un final más digno porque, al fin y al cabo, en su descenso a la B también ponderó una alta cuota de mala suerte. Un abrazo y gracias por el link.

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  3. muy buena mirada, la comparto como hincha de sanmartin. ya habia muerto esa sensacion se la palpaba en la cancha. muy buen post un abrazo

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  4. Pablo P: Claro, recuerdo que justamente estabamos discutiendo lo difícil que es ser amigo de alguien tan preso como Luis.
    Respecto al Santo, pude apreciar como vivían el partido vos, Julio y otros personajes que se encontraban en el lugar y algo me quedó claro:San Martín adolesce de muchas cosas:un equipo falto de gol; un tecnico que, sebado de éxito, tiene poca capacidad de autocrítica; una dirigencia mafiosa, etc. Sin embargo, si algo redime al club es la grandeza de su hinchada. Eso le permite ilusionarse con un futuro prospero, aunque también es muy cierto que con eso sólo no alcanza. Gracias por llegarte vieja. Un abrazo.

    JJ, Carlao: Gracias por su apreciación viejas, no es que uno intente hacerse el Macaya, ni el Nimo pero bueh, al menos así lo veo yo... Abrazos

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  5. Me encantó este post Pollo, muy bueno. Genial lo de "sensación de película repetida en canal diez"...Besos

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