miércoles, 12 de octubre de 2011

El mundo está callado y llueve

1521

Tenochtitlán


De pronto, de golpe, acaban los gritos y los tambores. Hombres y dioses hansido derrotados. Muertos los dioses, ha muerto el tiempo. Muertos los hombres, laciudad ha muerto. Ha muerto en su ley esta ciudad guerrera, la de los saucesblancos y los blancos juncos. Ya no vendrán a rendirle tributo, en las barcas através de la niebla, los príncipes vencidos de todas las comarcas.Reina un silencio que aturde. Y llueve. El cielo relampaguea y truena ydurante toda la noche llueve.Se apila el oro en grandes cestas. Oro de los escudos y de las insignias deguerra, oro de las máscaras de los dioses, colgajos de labios y de orejas, lunetas,dijes. Se pesa el oro y se cotizan los prisioneros. De un pobre es el precio, apenas,dos puñados de maíz. Los soldados arman ruedas de dados y naipes.El fuego va quemando las plantas de los pies del emperador Cuauhtémoc,untadas de aceite, mientras el mundo está callado y llueve.


Eduardo Galeano (memorías del fuego)

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