Rodolfo Fogwill escribió la novela Los Pichiciegos en 1982 durante el desarrollo de la guerra de Malvinas (según el propio autor en poco más de dos días y estimulado por doce gramos de merca). Mito o realidad, lo cierto es que la obra fue terminada e incluso leída por algunos aún antes que el conflicto bélico llegara a su fin. También es cierto que el texto de Fogwill adelanta de forma casi profética el desenlace de la guerra. Sin embargo, la novela recién sería leída tiempo después cuando, al caer la dictadura militar, se relajó la censura que acallaba al arte y a la cultura.
Quizás Los Pichiciegos sea una de las obras más criticas –además una de las mejores escritas- que se conocieron por entonces. El texto muestra de forma descarnada como se destruye la idea – o ideal – de identidad nacional cuando se lucha por la propia supervivencia. Se despedazan banderas, himnos y patrias con el único afán de conservar la propia vida. Les dejo un fragmento en el que se representa el dialogo entre soldados argentinos que constituyen una comunidad subterránea que habita en el interior de un pozo de zorro, es decir, un grupo de Pichis (nombre que hace referencia a lo que nosotros conocemos como Quirquincho):
Sobraba el tiempo entre los turnos de cavar. Cavaban de mañana, para que el viento tapase el ruido de las rocas. Hablaban:
- ¿Qué querrías vos?
- Culear.
- Dormir.
- Bañarme.
- Estar en casa.
- Dormir en cama blanca, limpio.
- Culear
- Comer bien… ¡Te imaginas un asadito!
- Ver a mis viejos.
No lo podían creer. Verificaron:
- ¿A tus viejos?
- Si, y culear y bañarme – dijo el de los viejos, seguro que para no pasar vergüenza.
- ¿Vos Tano?
- Dormir en cama limpia.
- ¿Y vos?
- Yo estar bien, lejos, con calor.
- En el calor todos estuvieron de acuerdo. Uno dijo:
- Culear y ser brasilero.
- Que: ¿Negro?
- Cualquier cosa. ¡Pero brasilero!
lunes, 6 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Coincido con vos en que en situaciones límites -y otras no tantas- el ser humano es capaz de venderle el alma al diablo.
ResponderEliminarAmo la acidez de Fogwill.
ResponderEliminarHa escogido Ud. un excelente fragmento.
Hola Pollo, la verdad que está muy bueno el diálogo que seleccionaste. Espero leerlo entero uno de estos días. Besos
ResponderEliminar