Una alucinada teoría personal establece que en las grandes películas modernas la droga tiene un rol fundamental. Según este axioma, todo buen film de nuestro tiempo tiene algo que ver con drogas; ya sea como parte de la trama argumental, del proceso de producción, del libro original o de la creación del guión. ¿Acaso es posible pensar que alguien haya imaginado una película como King Kong, La naranja mecánica, Criters, Mad max o Loco por Mary sin estar bajo el efecto de alguna sustancia alucinógena? ¿A quién se le podría ocurrir sino un mono gigante o esos alienígenas tan flasheros?
Otro punto a favor de mi tesis es que los grandes actores y directores de nuestro tiempo son y fueron grandes consumidores de drogas: Desde el carismático Chris Farley hasta Robert downey Jr, pasando por la lisérgica mirada de Tarantino, Kubric, Cronenberg, los hermanos Cohen, Leonardo Favio y otros igual de locos.
Para hacer aún más evidente esta verdad casi indiscutible les dejo una breve sinapsis de algunas películas que recomiendo y que tratan de forma explicita temáticas drogásticas:
Pánico y locura en las vegas: Película de Terry Gilliam basada en el relato autobiográfico de un periodista norteamericano. Se trata de un film de culto para la gente del palo. Dos colgados interpretados por Johnny Depp y Benicio Del Toro hacen un viaje alucinado por la ciudad de la lujuria. Por momentos los sentidos del espectador pueden verse abrumados por semejante despliegue de psicodelia. (cinco Pitys)
Medio drogado (Half Baked): Una oda al consumo de marihuana. Una excelente película bajonera que explota a la perfección muchos tips de la vida fumona. Sin embargo, el film no está exento de cierta moraleja anti-faso. El protagonista se debe enfrentar a una terrible dicotomía: o deja el porro o lo deja su novia (paradojicamente llamada Mary Jane). En un acto de mariconería supina el sujeto termina quedándose con la chica (una morocha bastante rica) y se despide del churro en una escena melodramática. Sospecho que se trata de un mensaje subliminal introducido por Miroli. (cuatro Calamaros).
Requiem para un sueño: Un film que arroja una imagen brutal sobre las adicciones. Narra la descarnada historia de un grupo de adictos a la heroína y de la madre de uno de ellos, cuya adicción a la imagen la lleva al consumo desmedido de tv y pastillas para adelgazar. La trama y el ritmo alucinado en que se desarrolla no tienen desperdicio. Después de ver una película tan cruda no dan ganas de drogarse, no con heroína al menos. (cinco Prodans).
Blow: De nuevo Johnny Depp haciendo de lo que más sabe: de drogadicto. La película narra la historia de George Jung, el traficante que introdujo la cocaína en Estados Unidos. Toda una genealogía de las drogas y un pequeño manual para la comercialización de estupefacientes. Recomendada para transeros y pequeños y medianos dealers barriales. (tres Fachas Martel).
Almuerzo al desnudo (Naked Lunch): Un delirio del canadiense David Cronenberg basada en una novela delirante de William S. Burroughs, un escritor estadounidense que mató a su esposa de un tiro y que se jactaba de haber consumido todas las drogas existentes por todos los orificios posibles. La película es un viaje creativo hacia la mente alucinada de Burroughs. En otras palabras, una verdadera locura. Por momentos el espectador se pierde y no sabe qué es real y qué es parte de ese delirio literario. Una joya del cine sólo para entendidos, la gilada abstenerse. (cuatro Martas Minujin ).
Trainsporting: Un clásico del cine lisérgico. Todo un viaje al submundo de las drogas. La película cuenta con una banda de sonido de puta madre que tiene, entre otros, al más que loco Iggy Pop. (cuatro Morrisons).
Airbag: Una comedia gallega muy zarpada con algunas escenas demasiado locas entre las que se destaca una en la que, tras la explosión de los airbags de un auto, unos gallegos terminan todos entalcados de merca. Si bien no es tan apologética como otras, se trata de un film que pide un televidente flasheado. (tres Halcones Galácticos).
Otro punto a favor de mi tesis es que los grandes actores y directores de nuestro tiempo son y fueron grandes consumidores de drogas: Desde el carismático Chris Farley hasta Robert downey Jr, pasando por la lisérgica mirada de Tarantino, Kubric, Cronenberg, los hermanos Cohen, Leonardo Favio y otros igual de locos.
Para hacer aún más evidente esta verdad casi indiscutible les dejo una breve sinapsis de algunas películas que recomiendo y que tratan de forma explicita temáticas drogásticas:
Pánico y locura en las vegas: Película de Terry Gilliam basada en el relato autobiográfico de un periodista norteamericano. Se trata de un film de culto para la gente del palo. Dos colgados interpretados por Johnny Depp y Benicio Del Toro hacen un viaje alucinado por la ciudad de la lujuria. Por momentos los sentidos del espectador pueden verse abrumados por semejante despliegue de psicodelia. (cinco Pitys)
Medio drogado (Half Baked): Una oda al consumo de marihuana. Una excelente película bajonera que explota a la perfección muchos tips de la vida fumona. Sin embargo, el film no está exento de cierta moraleja anti-faso. El protagonista se debe enfrentar a una terrible dicotomía: o deja el porro o lo deja su novia (paradojicamente llamada Mary Jane). En un acto de mariconería supina el sujeto termina quedándose con la chica (una morocha bastante rica) y se despide del churro en una escena melodramática. Sospecho que se trata de un mensaje subliminal introducido por Miroli. (cuatro Calamaros).
Requiem para un sueño: Un film que arroja una imagen brutal sobre las adicciones. Narra la descarnada historia de un grupo de adictos a la heroína y de la madre de uno de ellos, cuya adicción a la imagen la lleva al consumo desmedido de tv y pastillas para adelgazar. La trama y el ritmo alucinado en que se desarrolla no tienen desperdicio. Después de ver una película tan cruda no dan ganas de drogarse, no con heroína al menos. (cinco Prodans).
Blow: De nuevo Johnny Depp haciendo de lo que más sabe: de drogadicto. La película narra la historia de George Jung, el traficante que introdujo la cocaína en Estados Unidos. Toda una genealogía de las drogas y un pequeño manual para la comercialización de estupefacientes. Recomendada para transeros y pequeños y medianos dealers barriales. (tres Fachas Martel).
Almuerzo al desnudo (Naked Lunch): Un delirio del canadiense David Cronenberg basada en una novela delirante de William S. Burroughs, un escritor estadounidense que mató a su esposa de un tiro y que se jactaba de haber consumido todas las drogas existentes por todos los orificios posibles. La película es un viaje creativo hacia la mente alucinada de Burroughs. En otras palabras, una verdadera locura. Por momentos el espectador se pierde y no sabe qué es real y qué es parte de ese delirio literario. Una joya del cine sólo para entendidos, la gilada abstenerse. (cuatro Martas Minujin ).
Trainsporting: Un clásico del cine lisérgico. Todo un viaje al submundo de las drogas. La película cuenta con una banda de sonido de puta madre que tiene, entre otros, al más que loco Iggy Pop. (cuatro Morrisons).
Airbag: Una comedia gallega muy zarpada con algunas escenas demasiado locas entre las que se destaca una en la que, tras la explosión de los airbags de un auto, unos gallegos terminan todos entalcados de merca. Si bien no es tan apologética como otras, se trata de un film que pide un televidente flasheado. (tres Halcones Galácticos).
No, no, no... Me mataste con los "cinco pitys", tío... Todavía me estoy riendo. ¿Y los "facha martels"?; de pelos!!! Tal vez faltó que se incluya en esta nomenclatura desviada a los "charlies" o "diegotes". Respecto del estado mental de los realizadores, pienso que sí, que alguna "ayudita" reciben para idear ciertas genialidades.
ResponderEliminarSeguro que a Olmedo y a Porcel no les hacían antidoping, tampoco.
ResponderEliminarChukulo: Muchas gracias por su apreciaciòn compadre. Respecto a las nomenclaturas comparto en que faltan algunos iconos del àmbito, incluso a esa lista la podrìan integrar personajes que conocemos o no? Un abrazo,
ResponderEliminarRoger: Es verdad, pasa que a esos capos les tocó vivir el apogeo de la milonga vieja. Para mi Borges y el manosanta eran personajes netamente duros.
Sos el pichi Di lullo del cine verde. No sé que haría Tim Burton sin el aporte de las drogas. Me voy a bajonear con rosca de pascua.
ResponderEliminarUn abrazo
Jejeje, alto post. Se nota que manejás el tema de ida y vuelta. Ya alquilaré Airbag, que es la figurita que me falta.
ResponderEliminarte falto el año mariano en las peliculas (8 chelos delgados)
ResponderEliminarUp's in smoke, una de las primeras y más copadas películas. Agendala, bajala y mirala. Cinco Marleys le doy
ResponderEliminarMente: cuál tema? supongo que te referís al cine o no?
ResponderEliminarAldet: No,si la tuve en cuenta, la historia es un flash pero la película es demasiado densa (al igual que el Chelo) como para recomendarla. te acordás lo tediosa que fue aquella seción? o habrá sido que me durmió el olor a orines gatunos del sillón de la desidia?
Disco Stu: Ya está agendada vieja,gracias por el dato. La que bajé en estos días es acid house, parece que promete,podríamos juntarnos en la casa de julius a verla.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarObvio que me refiero al cine, Pollo. Es de eso el post :-P
ResponderEliminarAbrazo
Pd: el comentario anterior era mío, es que estaba abierta la cuenta de mi vieja...
Recomiendole, desde la humildad de un eventual consumidor, El jardín de la alegría.
ResponderEliminarMente: Copada tu vieja
ResponderEliminarPedro: Anoto compadre